Lectura:
Hb
: 8:6 Pero ahora tanto mejor ministerio
es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores
promesa.
Reflexión:
Es
habitual escuchar a personas mencionar promesas dadas por Dios en un momento
particular o eventual a determinadas personas, como si estas se hubiesen
extendido o diferido.
Es
necesario estar atentos a que promesas me alcanzaran, realizadas universalmente
o bien dentro del contexto de pertenencia.
Hay
promesas hechas por Dios a su pueblo, su Iglesia, pueblos, familias, personas
etc. que tienen un alcance particular reclamar promesas que no me fueron dadas, es como querer acceder a una
espectáculo sin entrada.
Al
predicar, enseñar, discipular es necesario que no caigamos en errores de interpretación ya que nuestro Dios
es personal… y tendrá un trato personal,
así como también estaré incluido si la promesa fue dada a un grupo de mi pertenencia.
Generara
expectativas inapropiadas es frustrante para aquel que cree en nuestra palabra,
somos nosotros los responsables de declarar lo que Dios ha prometido para este
tiempo con fe sabiendo que fiel es aquel que prometio.
Ptres:
Patricia Esther Cuello & Miguel A. Aberegg.
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