A los padres cristianos

Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.
Proverbios 22:6
Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.
Efesios 6:4

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«Los niños viven en la constante carrera del placer inmediato, reformulan el miedo a la autoridad de sus padres de forma extrema, y pueden volverse antisociales e incluso muy agresivos» (F. Dolto).
No se puede generalizar esta alarmante constatación de esta psiquiatra. No obstante, deja muy claras las consecuencias que se producen cuando el que manda es el niño. Se dice que para desarrollar la mente de los niños pequeños respetando su personalidad, no se les debe imponer formas de pensar, sino dejarles la libertad de descubrir por sí mismos las cosas de la vida. Una educación así seguramente los llevará a no respetar la autoridad de sus padres. El riesgo, para los padres cristianos, es dejar penetrar esta influencia en sus familias sin medir las consecuencias.
Para los padres cristianos, renunciar a la responsabilidad que Dios les da no es otra cosa que desobedecer a la Palabra de Dios (Efesios 6:4). Si aman a sus hijos, harán todo para satisfacer sus necesidades con la diligencia y la autoridad que el Señor quiere darles.
Desde muy pequeños los pondrán bajo la influencia del Señor y de la Biblia. Los padres no pueden convertir a sus hijos; su fe tiene que ser una fe personal en Jesucristo; es necesario que tengan un encuentro personal con el Salvador. Pero la enseñanza de la Biblia, leída y respetada en el seno de un hogar, es un inmenso tesoro para cada una de esas jóvenes almas que el Señor puso en sus manos.

fuente La Buena Semilla.com ediciones 
bíblicas, IDT y fenixs producciones

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